Importancia de la Nutrición en la Enfermedad Renal Crónica
La dieta es una pauta que norma el consumo habitual de alimentos. La pérdida de la capacidad del riñón para filtrar, depurar y equilibrar la sangre en la insuficiencia renal crónica, requiere ajustes en la dieta del grupo de pacientes con esta enfermedad.
La dieta es una pauta que norma el consumo habitual de alimentos. La pérdida de la capacidad del riñón para filtrar, depurar y equilibrar la sangre en la insuficiencia renal crónica, requiere ajustes en la dieta del grupo de pacientes con esta enfermedad.
Los objetivos fundamentales de la alimentación en el paciente con Enfermedad Renal Crónica son diversas, pero las más importantes que podemos mencionar son:
- Retrasar la progresión de la enfermedad.
- Evitar la toxicidad por la acumulación de sustancias de desecho.
- Mantener un estado nutricional óptimo para evitar las complicaciones.
Además, hay que tener en cuenta las alteraciones metabólicas asociadas a la insuficiencia renal y las enfermedades causantes de la misma, como por ejemplo, la diabetes mellitus. La nutrición es especialmente importante en tres grupos de pacientes con insuficiencia renal:
- En primer lugar está el paciente hipercatabólico con fracaso renal agudo que precisa diálisis, así como los pacientes en diálisis de mantenimiento con un proceso hipercatabólico añadido. El objetivo de la nutrición en estos pacientes será cubrir los requerimientos aumentados de nutrientes debido al hipercatabolismo y prevenir la pérdida de masa magra. Otros objetivos auxiliares son estimular la cicatrización y mejorar la inmunocompetencia. Por ello, el soporte nutricional tendrá la misma importancia que en cualquier estado hipercatabólico y se ajustará la diálisis necesaria para aclarar los metabolitos y el exceso de volumen aportado con el soporte nutricional.
- Otro grupo son los pacientes con insuficiencia renal estable que no están siendo tratados con diálisis. Generalmente son niños o pacientes malnutridos (la mayoría ancianos) con insuficiencia renal crónica pero sin un hipercatabolismo asociado y que, al menos de momento, no se van a incluir en un programa de diálisis, debido a la edad o a que la insuficiencia renal es de grado moderado todavía. Estos pacientes se deben tratar de forma diferente, ya que el objetivo será mantener el estado nutricional, disminuir la toxicidad urémica y retardar la progresión de la insuficiencia renal.
- En el tercer grupo de pacientes se incluyen a los tratados con diálisis peritoneal o con hemodiálisis pero sin enfermedad catabólica. En estos pacientes es frecuente la malnutrición y en muchas ocasiones es necesaria la suplementación dietética. Los objetivos serán mejorar la síntesis de proteínas viscerales, estimular la inmunocompetencia y mejorar la calidad de vida. La importancia del soporte nutricional en este grupo es enorme ya la desnutrición aumenta el riesgo de morbimortalidad, independientemente de la enfermedad de base.
- Existen numerosos estudios acerca de los efectos de la utilización de mezclas de aminoácidos esenciales o de sus cetoanálogos como sustitutos de las proteínas dietéticas durante una dieta muy baja en proteínas (0.3 gr de proteínas/ por kilogramo de peso corporal/por día) en pacientes con Enfermedad Renal Crónica con el fin de prevenir la deficiencia de aminoácidos esenciales y mejorar los trastornos metabólicos. El más usado y muy bien estudiado ha sido el medicamento llamado “KETOSTERIL” ya que este fármaco contiene todos los aminoácidos y/o sus cetoanálogos esenciales para la persona saludable, y además, la histidina de aminoácidos y la tirosina esencial para los pacientes urémicos.El inicio de una dieta muy baja en proteínas complementada con KETOSTERIL en pacientes con Enfermedad Renal Crópnica está indicada éticamente durante las etapas de retención compensada y descompensada, y se utiliza como criterio para el inicio de tratamiento nutricional conservador cuando la depuración de creatinina en orina de 24 HRS está aproximadamente de 20 a 25 ml/min. El seguimiento durante una dieta muy baja en proteína complementada con KETOSTERIL obviamente es la piedra angular de la eficacia del manejo dietético. Desde el inicio de la prescripción de esta dieta baja en proteínas debe ser adaptada a los hábitos alimenticios usuales de los pacientes, así como ser explicada y dar seguimiento por un Nutriólogo (a) experimentado (a), además, es importante que la evaluación del seguimiento sea revisada por Nefrología para valorar la respuesta de los pacientes con la Enfermedad Renal Crónica. LA adherencia y la calidad de la dieta pueden evaluarse por medio de entrevistas dietéticas, así como la medición de la ingesta calórica y pruebas de funcionamiento renal, aparte de la medición de los electrolitos séricos incluyendo calcio y fósforo.
Vale la pena comentar que los factores posibles que incrementan la progresión del daño a los riñones son los siguientes: presión arterial elevada, suministro elevado de proteínas en la dieta, aumento de la glucosa en la sangre, sobrepeso y obesidad, hiperparatiroidismo secundario, producto calcio/fósforo sérico incrementado, colesterol y triglicéridos elevados, aumento de las proteínas en la orina, y la acidez de la sangre (acidosis metabólica).